El empaque plano ha cobrado protagonismo en el mundo del embalaje, y con razón. Ya seas un tostador de café de especialidad que busca la bolsa de fondo plano perfecta para tu café o una startup de cuidado de la piel que necesita bolsas impresas a medida con diseños llamativos, los formatos de bolsa plana ofrecen una solución flexible, elegante y económica.
¿Qué es exactamente un envase plano? Imagínelo como una bolsa compacta, a menudo termosellada, hecha de película laminada. Es ligera, se mantiene plana cuando está vacía y se puede personalizar con diversas opciones de sellado y estructura. Marcas de todos los sectores, desde alimentos para mascotas hasta productos farmacéuticos, están recurriendo al envasado en bolsas planas para mejorar la conservación del producto y la imagen de marca.
Una de las ventajas más significativas del embalaje en bolsa reside en su eficiencia. En comparación con los envases rígidos, las bolsas planas ocupan menos espacio durante el transporte y en los estantes. Requieren menos materias primas y son compatibles con sustratos ecológicos, lo que las convierte en una opción inteligente para empresas comprometidas con la sostenibilidad. Sus amplias superficies imprimibles son ideales para la impresión de bolsas planas, permitiendo que los diseños vibrantes y la información detallada del producto destaquen.
En cuanto a los materiales, el envasado en bolsa plana suele consistir en películas laminadas multicapa como PET/PE, PET/AL/PE o laminados de papel kraft. Estas estructuras se seleccionan en función de la sensibilidad del producto al oxígeno, la luz o la humedad. Por ejemplo, un envasado en bolsa de fondo plano para café tostado suele incluir una capa o válvula metalizada para proteger la frescura y el aroma.
La belleza de las bolsas está en los detalles, especialmente en el sellado. Hay más de una manera de cerrar una bolsa: sellos de tres lados para simplificar, cremalleras para reutilizar e incluso fuelles para mayor volumen y resistencia. La bolsa de fondo plano vertical es un excelente ejemplo, con su base reforzada y su postura vertical. Combina estabilidad y atractivo visual, lo que la hace especialmente popular en el mercado de alimentos especiales.
Lo que resulta aún más atractivo es la versatilidad de formatos disponibles. Además de las bolsas tipo almohada básicas, existen bolsas resellables con cierre hermético, bolsas de café de fondo plano, bolsas de retorta para comidas preparadas y versiones con boquilla para líquidos. Las marcas suelen optar por envases de bolsa plana personalizados que se ajustan a sus especificaciones exactas, ya sea para té a granel, granola, cosméticos o polvos nutricionales.
Por supuesto, un empaque atractivo también debe ser práctico. Ahí es donde la automatización y la tecnología entran en juego. Las máquinas modernas de envasado en bolsas planas están diseñadas para manejar el formado, llenado y sellado a altas velocidades. Y cuando se integran con alimentadores de fricción, obtienen la capacidad de alimentar bolsas, insertos o tarjetas de forma fluida y uniforme, un paso esencial para el etiquetado o la codificación automatizados. Este tipo de integración del alimentador por fricción ayuda a mantener la eficiencia y la precisión en entornos de producción de alto volumen.
En definitiva, las bolsas planas son más que una tendencia de envasado: son una opción estratégica. Su estructura adaptable, su compatibilidad con la impresión de alta resolución en bolsas planas y la posibilidad de personalizar el envasado las convierten en la solución ideal para las empresas que buscan destacar sin sacrificar eficiencia.
Si su empresa busca un embalaje flexible que cumpla con las condiciones de forma y función, es hora de analizar detenidamente la bolsa plana, porque a veces, pensar en plano es la mejor forma de destacarse.